Alberto Corazón, nacido en Madrid en el año 1942es el creador de logotipos nacionales tan famosos como el de la ONCE, Cercanías, ANAYA, Ferrovial, Casa del Libro, SGAE, Ministerio de Sanidad y Consumo, etc. Ahora se pregunta acerca del futuro del diseño, un diseño que califica, al igual que al resto de la sociedad, de una extraordinaria mediocridad.
“La media es realmente buena (…) caminas por la calle, y la información gráfica que estás recibiendo es mucho mejor en España que en Francia por ejemplo”, afirma Alberto sobre el nivel actual de los diseñadores en España. Pero para Alberto Corazón siguen existiendo varios males a la hora de diseñar algo en este país.
Existe mucha mediocridad, parece que cada uno pudiera ser capaz de dibujar y realizar un logotipo para una empresa importante. Muestra de ello, fue el concurso abierto que el Ayuntamiento de Madrid sacó para el nuevo logotipo para la candidatura a los juegos olímpicos de Madrid 2016. “Creo, sobre los concursos abiertos, que es el modo más irresponsable de tomar decisiones (…) si una empresa tiene un problema jurídico, ¿organiza un concurso?”. Pero esto viene principalmente dado porque no tenemos una concepción clara sobre lo que significa el logotipo para una empresa.
Un ejemplo claro fue la participación de Alberto Corazón en el logotipo de Polaris World, cuando todo el proyecto estaba en marcha, la realización de un logotipo era la culminación para llegar a todas partes con el proyecto de Resort y Golf a bajo precio.
Sobre el proyecto del logotipo de Polaris World, Alberto comenta que además fue muy positiva la forma en la que le dejaron trabajar, “Él (Presidente de Polaris World) me preguntaba mi parecer. Enseguida entendió mi diagnóstico. A partir de ese momento la orden fue: Lo que diga Alberto se hace. Sin que pudieran cuestionar los departamentos de publicidad o marketing (…) es un ejemplo de que el diseño es una extraordinaria inversión si sabes canalizarlo”.
Alberto critica también algunos proyectos como la reciente imagen corporativa del Gobierno de España, que parece recortada por un lado y pegada por otro. Y defiende la originalidad, pese a que hay quien ha tratado de criticarle diciendo que el logotipo creado para la ciudad de Murcia, tiene parecido con el también creado para la ciudad de Madrid. Sobre esto Alberto opina que, “Es como si la utilización de una diéresis fuera un elemento de originalidad clave. No le veo ningún sentido. Aún hay quien cree que el diseño es un garabato”.
Para el afamado diseñador, en España se vive un buen momento de calidad gráfica, muestra de ello son los rediseños de la Biblioteca Nacional, de numerosas administraciones, Ferrovial, etc. Esto viene bien puesto que el nivel anterior era bastante bajo, porque el rediseño no siempre es recomendable, y sino que le pregunten, como bien apunta Alberto, a Coca-Cola o IBM, que llevan décadas con el mismo logotipo adaptándolo únicamente a los tiempos.
Para concluir, habla también sobre la adecuación de la publicidad y el diseño a los nuevos medios como Internet, ya que aún no existe una gama cromática y una concienciación sobre la importancia de estos nuevos medios, cuando para otras cosas son ya el referente a seguir.
