Manuel Castells PROFESOR DE SOCIOLOGÍA

"El poder tiene miedo de Internet"

Manuel Castells, profesor de sociología publicó un articulo donde destaca y comenta las perspectivas acerca de Internet en el mundo de hoy.

Los resultados obtenidos de la investigación realizada por él muestra que los medios de comunicación influyen.

Uno de estos resultados es que: "Sabemos que las malas noticias son más noticia". Intenet manifiesta que: Si usted es sociable, será más sociable; si no lo es, Internet le ayudará un poquito, pero no mucho.

¿Pero en realidad ocurre eso?,No. Lo que pasa es que las personas tienen miedo , ¿Pero a quién, o de qué?,tal vez la clave esta en que pasamos de la vieja sociedad a la nueva, de los padres a sus hijos, de las personas que tienen el poder anclado en un mundo tecnológica, social y culturalmente antiguo... Porque Internet es un instrumento de libertad y de autonomía, cuando el poder siempre ha estado basado en el control de las personas, mediante el de información y comunicación. Pero esto se acaba. ¿Porqué Internet no se puede controlar?, La respuesta es siempre la misma: no se puede, porque puede haber vigilancia, pero no control.

Pero ahora, en la sociedad de Internet, lo complicado no es saber navegar, sino saber dónde ir, dónde buscar lo que se quiere encontrar y qué hacer con lo que se encuentra.

Enumerando los aspectos más destacables de este tema nos enocntramos:

1º- La gente piensa que sus gobiernos no la representan y no son fiables.

2º- Piensan que el mercado les va bien a los que ganan y mal a los que pierden.

3º- Estamos globalizados; esto quiere decir que nuestro dinero está en algún flujo global que no controlamos, que la población se ve sometida a unas presiones migratorias muy fuertes, de modo que cada vez es más difícil encerrar a la gente en una cultura o en unas fronteras nacionales.

Finalmente, todo se puede recapitular en que hay un desfase enorme entre la capacidad tecnológica y la cultura política. Y el problema es que el sistema político no está abierto a la participación, al diálogo constante con los ciudadanos, a la cultura de la autonomía, y, por tanto, estas tecnologías lo que hacen es distanciar todavía más la política de la ciudadanía.